Ilford HP5 400
Tener pensamientos negativos no es un problema.
El problema surge cuando creemos que esos pensamientos son verdad y nos quedamos atrapados en ellos.
¿Por qué lo hacemos?
Porque no somos conscientes. Vamos en modo automático por la vida. Nadie nos enseña a conocer nuestros pensamientos y nosotros/as tampoco buscamos la manera de hacerlo. Ser consciente de lo que estás pensando y preguntarte si quieres seguir haciéndolo o cambiarlo es una estrategia infalible.
Porque si pensamos lo peor, cuando ocurra de verdad no nos pillará desprevenidos/as. Al menos eso es lo que pensamos secretamente. Lo que ocurre es que si pensamos lo peor, ocurrirá lo peor. Nuestro inconsciente es muy poderoso. No deberíamos olvidarlo.
Porque la negatividad en la mayoría de los casos no viene del exterior sino de las cosas que nos decimos a nosotros/as mismos/as. Si te preguntas cosas negativas tendrás respuestas negativas. «¿Y si no sale bien?» «¿Por qué no le habré dicho esto?» «¿Y si no puedo hacerlo?» «¿Qué ocurrirá si no quiere escucharme?».
Pensar positivamente no es la solución a pensar negativamente.
Conocer y aceptar nuestros pensamientos negativos. Querer pararlos de manera consciente es cuestión de técnica y práctica. En todos mis cursos trabajar esta parte es fundamental. De hecho, si estás suscrito/a a mi newsletter presta atención porque este mes enviaré algún ejercicio para aprender a identificar estos pensamientos tan pesados 😉
Elige cómo quieres pensar.
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