Cuando nos comparamos con los demás estamos perdiendo nuestra propia vida. Hay una desconexión total.
Nos alejamos de nuestro centro.
Cuando nos comparamos estamos diciendo que queremos ser otros/as. Entonces me pregunto: ¿de verdad estamos dispuestos/as a ser clones de otras personas? ¿es más cómodo? o ¿es que no sabemos que hay otras formas?
El hábito de compararnos no es la mejor forma de motivarnos para evolucionar como personas.
La única forma de «superarnos» cada día es amando quienes somos. Aceptando nuestro presente.
Como dijo Oscar Wilde «Amarse a sí mismo es el comienzo de una aventura que dura toda la vida». Una aventura que yo te propongo comenzar aquí conmigo el 5 de junio participando en el taller online Foto Lov. Una aventura segura y llena de soluciones.
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