Tenía muchas ganas de escribir este artículo pero al mismo tiempo no supe que era así hasta hace bien poco.
Ocurrió justo unos días antes de mi cumpleaños. En esos días en los que un cambio de década te lleva a revisar cosas de tu vida y te das cuenta de que si cuando estaba en la Universidad hubiera aparecido el fantasma del futuro (como en el cuento de Navidad de Charles Dickens) y me hubiera mostrado a mí misma con cuarenta años escribiendo un blog llamado +perspectiva no sé qué hubiera pensado.
Por mi forma de ser seguramente me hubiera parecido algo posible. Escribir un diario no entiende de edades. Lo que realmente me hubiera hecho pellizcarme (a parte del hecho de tener al fantasma del futuro a mi lado) es que esa bitácora no fuera una libreta. Sino una especie de máquina de escribir con pantalla supuestamente online y que además me permitía conectar con miles de personas de todo el mundo. Entonces sí, definitivamente hubiera pensado que era ciencia ficción.
Lo que ocurre es que hoy y en el 2014 esa situación es real. Escribo un blog online y además es apasionante.
Cuando comencé +perspectiva con treinta y cuatro años no tenía ni idea de qué iba a pasar después del primer post. Tampoco me importaba demasiado. Sólo quería comenzar y aprender. Y así ha sido. Tengo un montón de lecciones integradas que son mi guía.
Hoy quiero compartir contigo algunas de ellas. ¿Vamos allá?
En lugar de objetivos, intención y valores. Siempre que he tenido objetivos en la vida he acabado presionada y perdiendo mi paz. Mi tranquilidad (algo que valoro muchísimo). Por eso y como contaba en una de mis newsletters el mejor objetivo es no tener objetivos.
Personalmente tengo una intención clara con mi blog junto con unos valores que son los que me permiten levantarme cada día y saber lo que quiero hacer. No necesito ir corriendo para alcanzar algo que está en el futuro, sino invertir en el momento presente. Algo bastante eficaz y eficiente. Tanto que no soy la única persona que lo hace. A nivel empresarial Google y muchas más corporaciones se rigen por lo mismo. De hecho cuando asistí al workshop «Seven habits of highly succesful people» de Stephen Covey en Florida hace muchos años, comprometerse y enfocarse en una visión era la parte esencial de todo.
¿Mis valores? Rigurosidad, diversión, aventura, amor, autenticidad, espontaneidad, valor, claridad… porque...»defining goals define your limitations».
Humildad. En realidad es otro de los valores que tengo y de los que hablaba hace un momento. Divulgar no es lo mismo que enseñar. Nunca pretendo decir a nadie lo que tiene que hacer, ni pienso que mi vida sea la mejor. La única intención es transmitir de la forma más auténtica y entretenida posible. Contribuir de alguna manera y dedicarme a la única profesión que considero que tengo en esta vida: pensar libremente y expresarme.
Ser humilde significa ser elegante emocionalmente y tener un lugar online donde la gente se sienta a gusto. Como si fuera el salón de tu casa y que mi presencia sea una compañía no una molestia. No está dentro de mis valores tener un blog como si fuera un puesto en un zoco o un mercadillo. No está dentro de mis planes contarte el éxito que tengo. Porque las personas que de verdad tienen éxito en la vida no necesitan contarlo al viento. Se bañan en la prudencia y la discreción.
Como ya te decía aquí , Tagore lo explicaba muy bien: «Ese que habla tanto está completamente hueco, ya sabes que el cántaro vacío es el que más suena».
Vivir para contar. Toda la teoría en +perspectiva es producto de la practica. Mi practica. Por eso necesito espacios de silencio y dosificar mi tiempo online de manera muy espartana. La claridad a la hora de contar las cosas es otro de mis valores porque como ya decía Schopenhauer: «Sólo escribe bien el que piensa bien».
Así que cuando todo el mundo está trabajando para que le hagan caso y llamar la atención, a mí me gusta mirar hacia dentro y vivir. Experimentar. Cuestionarme las cosas para poder innovar.
Porque es bien difícil apasionarse y transmitirlo si vivir significa mirar todo el rato hacia afuera.
Dejar de contabilizar «likes» y enfocarme en dar lo mejor de mi. Estuve los primeros cinco años sin google analytics instalado en mi blog. Cuando cambié el pasado año a la plataforma de wordpress lo probé y de nuevo lo quité de mi vida. No lo necesito. Cada cosa que hago en +perspectiva no es para conseguir más visitas, ni más seguidores. Lo hago porque realmente creo en ello. Porque quiero un blog que dure muchos años. Lo necesito. Es una de mis pasiones. Ningún número puede cambiar lo que yo quiero hacer. Me estaría traicionando.
Creo firmemente que si doy lo mejor de mi, si genero cosas de valor con todo el amor del mundo la gente se suscribirá o me leerá porque si. Sin que yo la fuerce a nada y esa es la clase de personas que quiero a mi alrededor. Personas libres que deciden por sí mismas. Con criterio y mucha personalidad.
Seguramente esto ahora te suena a utópico o inviable pero te aseguro que esta es la manera de hacer las cosas y que somos muchos quienes la practicamos. Este artículo dentro de unos años probablemente resultará pasado de moda y poco revolucionario porque será lo que predique todo el mundo, justo lo contrario de lo que está sucediendo ahora.
Una vez más escribiendo un artículo he aprendido un montón sobre mi, sobre mi blog y mis valores. Te invito a que tú hagas lo mismo y lo compartas conmigo si quieres a través de twitter o google +. Te espero.