Sentir que no tienes el control de tu vida es una sensación universal. Querer recuperarlo también.
Sin embargo, a veces, cuando más te empeñas en dar rumbo a tu vida menos lo consigues. Cuando más quieres controlar más te descontrolas. ¿Qué ocurre entonces? Quizás no eres tú ni soy yo. Quizás no es cuestión de capacidad ni de falta de intención. Quizás tiene que ver más con el lenguaje que utilizamos. Con conocer su verdadero significado.
La diferencia entre controlar y dirigir tu vida
Querer controlar tu vida está bien pero dirigirla es mucho mejor y esa diferencia es vital. Una diferencia de concepto que te explico ahora mismo.
- Controlar significa conducir, administrar o gobernar desde el temor.
- Dirigir es lo mismo que controlar pero sin temor. Es proporcionar un sentido de dirección sin desear que las cosas se hagan siempre y necesariamente a nuestra manera. Sino aceptando la vida tal y como es.
Cambiar las palabras transforma nuestra forma de ver el mundo. Amplian la perspectiva. Aumenta las oportunidades.
Dirígete hacia tu corazón y no habrá nada que controlar.