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¿Es posible tener éxito en la vida si nos ponemos límites? Personalmente pienso que sí.

La diferencia entre límites y limitaciones

Es conveniente primero de todo distinguir entre un límite y una limitación. El concepto límite se usa siempre en el plano físico. Mientras que una limitación es de orden psicológico. Es decir, creencias que tenemos o hemos creado mentalmente y que las incorporamos en nuestro día a día.

Dentro de las limitaciones cabe distinguir entre aquellas que son inconscientes, es decir, que están ahí pero nunca nos hemos cuestionado el por qué ni el cómo. Y  las conscientes, las elegidas libremente.

Tener muchas limitaciones inconscientes puede llevarnos a la parálisis, pero de eso hablaremos en otro momento.

Hoy quiero hablarte de los límites conscientes. Los que eliges sabiendo que lo haces porque son positivos para tí.

Siempre he sido una persona bastante libre y no he llevado nada bien las limitaciones impuestas. Es más, siempre he ido un paso más allá. Curioseando. Rompiendo reglas porque siempre me han ayudado a crecer. A aumentar mi creatividad. Pero no tener límites no significa que puedas hacer cualquier cosa. Significa que los límites te los pones tú.

Algunos de mis límites conscientes

En mis cursos siempre pongo límites a los alumnos. Límites que les hace salir de su comodidad para abrazar su creatividad. Son límites positivos, porque les da fuerza para crecer, para retarse, para observarse. Incluso, esos límites han hecho caer algunas de sus limitaciones inconscientes.

En mi día a día también me pongo límites que me permiten estar en línea con mi propósito. Algunos de esos límites son:

  • Centrarme en una sola cosa para hacer por las mañanas. Sólo lo más importante.
  • Mirar mi mail dos veces al día.
  • Entrar a las redes sociales sólo una vez por la mañana y otra por la noche durante 5 minutos.
  • Escribir una hora y media al levantarme.
  • Desconectar completamente y descansar los viernes, sábados y domingos.
  • Limitar el número de personas en mis cursos para dar mejor servicio.
  • Comer azúcares sólo un día a la semana (algo que no me supone mucho esfuerzo porque no soy una gran fan del dulce)

Estos son sólo algunos de los límites que tengo en mi día a día que se corresponden a mis limitaciones conscientes.  Al pensar que todo ello me ayuda a aumentar mi creatividad y me acercan a mi propósito.

Los límites pueden ser negativos pero también positivos. Existen las dos caras de la moneda o algunas más. Depende de la perspectiva.

Seguro que tú también tienes algunos límites positivos que te sirven de ayuda. Si quieres contarlos, ya sabes, la zona de comentarios es toda tuya.

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