Seleccionar página
 ¿Cómo es que empezaste con el coaching y la fotografía?-me preguntan.

Bueno, es una historia un tanto peculiar. 
No demasiado larga, porque no me ha dado tiempo para más, pero vivida como yo la he vivido podría decir que me está resultando intensa.

Y ya que preguntan…

Frustrada después del «éxito» en mi carrera profesional; hablamos de la socialmente deseable, decidí hace casi tres años dejar el mundo corporativo.  Estar todo el día rodeada de personas entrenadas para trabajar en el análisis, viviendo entre modelos y estructuras no era para mi. La ausencia de humanidad en mi entorno me debilitaba.

Así pues, decidí que no estaba en el sitio en el que quería estar y que tenía que hacer algo al respecto.


Cuando dejé la compañía, justo el día de después, me diagnosticaron un cáncer de piel en mi cara. Concretamente en la mejilla derecha. 
 «Puro accidente, nada de una enfermedad».  Fue mi consigna durante nueve meses


Una vez superado «el accidente» me matriculé en un postgrado en fotoperiodismo en la Universidad Autónoma de Barcelona.Hacía unos meses que había finiquitado mi formación en coaching. El resto del tiempo lo empleé en leer, pensar, descansar, sentir, hacer deporte, beber manzanilla…


Sabía que quería contarle al mundo que podía hacer lo que quisiera. Que nosotr@s tenemos el mando de nuestras vidas y todo esto me mantenía muy ocupada.


Siempre he sido muy curiosa en lo que respecta a las nuevas tecnologías. Por aquel entonces ya era bastante activa en estos medios. 


En aquel momento hacer dinero con esta pulsión que me movía era lo de menos. 
De repente ocurrió. Gente que pensaba como yo comenzó a aparecer por todas partes. 
No gente bohemia ni «hippies»como se suelen llamar a las personas que creen en otro sistema de vida que nada tiene que ver con el actual. Eran como poco gente apasionada y valiente.
Conectar con ell@s hizo que cada vez fuera confiando más y más en ese sentimiento que me movía y que era imparable.
Incluso, como consecuencia, empecé  a definir mucho mejor lo que quería, donde estaba y cómo quería disfrutar.


Y así es como empecé o acabé estando sentada en el ordenador, socializando con gente con mis mismos valores. Muchos de ellos los he ido conociendo personalmente con el paso del tiempo y somos grandes amig@s.


Estaba muy feliz, pero la gente no paraba de preguntarme aquello de…pero bueno…
«¿Qué es exactamente lo que estás haciendo ahora?»
Yo solía contestar: «Haciendo fotos y enseñando». Me resultaba más fácil decirlo así.
O les contaba: «Estoy trabajando en proyectos interesantes».
Y llegaba la pregunta: ¿Qué proyectos?


Parecía que tenía que buscar un nombre para lo que hacía y no me apetecía.
 ¡Qué mania en conceptualizar y etiquetar todo! 


Al mismo tiempo mi network se iba haciendo más y más grande. Internacionalmente también porque el coaching y la fotografía hizo que contactara cada vez más rápido con la gente y sus historias. 
Me pareció oportuno compartir con el mundo 2.0 conceptos como comunicación, conectar, hacer lo que ames, colaboración
Ideas o conceptos que no eran tan obvios por aquel entonces.
Así que empecé un blog. Este blog. Y decidí llamarle +perspectiva, un concepto que era tan válido en la fotografía como en el coaching. Era el concepto de mi vida. Y lo sigue siendo.


Esta es mi historia. 


¿Te sientes frustrad@? ¡Qué bien! Ahora es cuando puede llegar lo bueno. 
¿No te sientes frustrad@? ¡Qué bien! porque entonces igual tienes ganas de ayudarme en mi proyecto vital de divulgar aquello de «haz lo que ames, ama lo que hagas». 


Depende de ti. 


¿Cuál es tu historia? 







Uso de cookies

+perspectiva utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia posible. Política de cookies ACEPTAR

Aviso de cookies