Si te enorgulleces de tener una mente de sólidos principios, está muy bien. A mi me gustaría contarte que normalmente esa solidez está condicionada por prejuicios, etiquetas y creencias limitadoras. Contar con una mente más flexible y abierta impulsa en la vida. Es muy común adoptar un punto de vista y aferrarse a él con fuerza independientemente de las circustancias. Parece existir una fórmula que dice que a mayor solidez en tus ideas, mayor identidad o personalidad poseemos. Discrepo. Todo está en constante movimiento, nosotr@s, el mundo y por tanto, también los principios. Revisarlos de vez en cuando es un ejercicio enriquecedor.
¿Cuándo sueles aferrarte más a tus principios? ¿En qué circustancias?