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En el sector de la «autoayuda» se dedica el esfuerzo en trabajar en convertir una imagen propia dudosa en una «buena». Aunque suene razonable, todas las imágenes propias tienen el mismo inconveniente: te recuerdan quién fuiste, no quién eres.
Una forma de reconocer cuando uno está liberado de su propia imagen (autoconcepto) es cuando:

  • Siente lo que siente sin más
  • Las cosas dejan de ofender
  • Se deja de evaluar cómo nos hace ver una situación ante los demás
  • Se acaba el comparar

El otro día leí que uno de los asuntos que más preocupa a los estudiantes que están estudiando un MBA, por ejemplo, era la confianza en su propia imagen. Es más, era un tópico del que querían hablar continuamente. Podéis leerlo aquí en el blog de «The Globe and Mail».
¿Qué imagen tienes de ti? ¿Es realmente tuya? Pronto te propondré un ejercicio sobre autoimagen. ¡Feliz lunes!

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