Hay algo más maravilloso que dar sin esperar? Y recibir? Creo que las personas conscientes y que tienen éxito en su vida es porque practican ambos verbos de forma constante y sin excepción.
Solemos hablar de lo importante que es el saber dar, sin expectativas sino por el mero placer de dar. Sin embargo y a mi parecer creo que se habla poco de las personas que saben «recibir».
En ocasiones he presenciado casos en las que personas a las que les he regalado algo (ya fuera un comentario, un conocimiento, una actitud amorosa, un halago incluso un regalo material) les ha llegado como una carga pesada más que como lo que era: amor.
Habreis oido alguna vez respuestas como: «no, si no es nada», «pero porqué te has gastado dinero? no hacía falta», «¿este vestido me queda bien? ah, pues me costó muy barato, 6 euros».
En la vida el saber dar es muy importante pero recibir también lo es. Recibir es quererse, sentirse merecedor de la abundancia, es cuidarse.
Expongo aquí algunas sugerencias sobre cómo practicar el «querer recibir»:
1. Olvida las sospechas y confía. Cuando alguien te dice algo bonito no es siempre porque quiera algo de ti.
2. Recibir no es signo de egoísmo, sino de valorar lo que los otros nos dan. Es dar mientras se recibe. Forma parte de la actitud amorosa en la vida.
3. Deja de juzgar. Acepta un cumplido sin más. Leer entre líneas no te llevará a ninguna parte. El que da no es una persona débil ni vulnerable y si lo fuera…¿qué más da? El que recibe tampoco. Dar y recibir es propio de personas valientes.
4. Permítete. No tienes porqué hacer caso de todo lo que hagan o te digan bueno los demás, pero permítete escucharlo.
Como siempre te digo, si te apetece, practica, practica, practica.
Por cierto, cuándo fue la última vez que te permitiste recibir?