El deseo de buscar es, probablemente, una expresión velada de otro deseo: nos falta algo. Somos carencia. 

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En mi vida como blogger he vivido de todo, y ahora que +perspectiva acaba de cumplir ocho años y yo cumplo los cuarenta y tres en pocos días, me doy cuenta de que la posibilidad de disfrutar de una vida digital, aunque partió de una visión, es una realidad. Pero si voy más allá ( y lo voy a hacer, ya sabes cómo soy) esta visión es una pasión. Y esta pasión no es más que lo que yo soy.

Siempre he tenido la mentalidad de hacer menos para tener más. Hacer menos para ser más.Lo aprendí de la naturaleza y de su principio de la menor acción. La eficiencia energética ha sido desde siempre un gran valor para mí, aún siendo consciente de lo difícil que es mantener esto en una sociedad, donde la respuesta a nuestra ansiedad, es buscar la serenidad y la calma trabajando más y muy duro. Una reacción demoledora que no solo, no calma la ansiedad, sino que destruye cualquier posibilidad de soñar. La ansiedad cansa.

Tener un blog es un modo de vida. Una pasión que me permite estar más atenta a mis esfuerzos, a la no existencia del tiempo, a mis límites mentales. Una pasión que me hace más consciente, más relativa, más planetaria. Pero si hay algo que +perspectiva me ha ofrecido es conocer de primera mano mi capacidad para decir adiós. Ha hecho visible lo que yo intuía pero tenía por invisible: mi desapego. Soltar cuando hay que soltar, dando las gracias y con la confianza plena de que en algún momento, si fuera necesario, lo que permití marchar y yo nos volveremos a encontrar.

Terminar con las cosas es muy sano. Al menos yo lo vivo así y es por eso que el próximo 8 de enero diré adiós al curso online «Cómo hacer lo que ames». Se ha acabado una etapa. Una maravillosa etapa. Y ¿ahora?. Pues no lo sé, pero me siento bien.

Es en el final de las cosas donde habita el silencio. Y cuando te encuentras con él te das cuenta de que estás donde siempre, en el principio. Y es en el principio, cuando descubres que realmente sabes mucho y conoces poco, pero no importa, porque sabes ilimitadamente y es desde ese lugar, donde todo puede ser manifestado. Es en ese vacío que tanto tememos donde sabes que la pasión no se busca. No es necesario buscar algo que ya posees. ¿Quién en su sano juicio haría algo así?

No, la pasión no se busca, no. Se revela.

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