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Viajar es como tener un «affair» con la vida. Llegas a un sitio, lo conoces, te amas durante meses, semanas incluso por unos pocos días y luego todo se acaba. 

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Mi «affair» llega a su final.

También Octubre.

No siento pena por lo que dejo atrás, tan solo una profunda gratitud por todo lo que ha sido.

Regreso con la mirada del que estrena vida. La mirada que no tiene pasado ni futuro porque es presente eterno. 

Estos nueve meses por Oceanía y Asia nos devuelven más modestos, sobrios y plenos. El continuo renunciar a ideas, juicios y a otros objetos que caben en una maleta nos ha acercado más al todo. A la nada. A recordar que en esta vida en lugar de llegar a la maestría por acumulación, lo único que hay que hacer es llegar al principio. Ser en el principio.

Si, todo adquiere sentido.

El final nunca es el final. Bienvenidos a mi principio.

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PD: Si eres la primera vez que me lees y no sabes muy bien de qué viaje hablo puedes saber más pinchando aquí. Igualmente, si quieres ver algunas de las fotos que he ido poniendo durante estos meses de viaje puedes hacerlo aquí mismo. Los que me han seguido durante estos meses a través de mi newsletter han tenido algo más de información pero tú puedes unirte aquí y estar al día de todo a partir de ahora porque mi viaje es tu viaje.