¿Recuerdas cuando te hablé de cómo encontrar mi pasión se volvió mi pasión? ¿Recuerdas que hablamos de que la pasión no se encuentra sin pasar por lugares inéditos? ¿Probando?
Pues bien, si todavía estás en ese camino de averiguar qué es lo que te gusta y te hace sentir bien hoy quiero proponerte tres cosas por las que empezar a apasionarnos ya mismo.
Simplificar
En nuestra búsqueda de lo que nos gusta solemos tender a complicar las cosas. A querer abarcar más de lo que podemos. Quizá sea el momento de empezar a eliminar de nuestra vida todo aquello que no necesitamos y que no nos beneficia. Pueden ser cosas materiales, compromisos, relaciones personales que no nos aportan nada. Simplificar ayuda a tener más energía. Enfocarse en lo que realmente importa.
Cuidar el cuerpo
Cuando estamos inmersos en alguna búsqueda, en este caso, la de aquello que nos apasiona dejamos muchas cosas de lado. Cosas tan importantes como nuestro cuerpo. Por eso, es fundamental cuidar de él, escucharle. Observar qué comemos y cómo nos nutrimos. Ejercitarlo. Tener conciencia corporal. Un cuerpo sano es fundamental para poder disfrutar de nuestra pasión.
Abrir la mente
Dedicar la vida a lo que nos apasiona conlleva tener que hacer ciertos cambios. Por eso, es importante tener una mente abierta. Que no juzga. Flexible y nada rígida. Cambiar de opinión, aprender, estar abiertos a otro tipo de situaciones, ideas o personas nos hace más fuertes. Apasionarse por conocer más allá sin juzgar ni estar a la defensiva es propio de gente evolucionada.
Hay cosas muy importantes por las que apasionarse y que ayudan a llegar donde queremos llegar. No las descuidemos. Aquí sólo he citado tres de ellas. Pero hay muchas más que seguro que tú sabes y que ya las estás poniendo en práctica.
«Si pasas demasiado tiempo pensando en una cosa, no la realizarás nunca»-Bruce Lee
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