A pesar de los medios «artificiales» que existen hoy en día para acercarnos ¿nos encontramos realmente?
Parece que las personas no sólo no sepamos estar «solas», sino que tampoco sabemos estar en «pareja». ¿Entonces?
Ignacio Ramonet , redactor jefe de «Le Monde Diplomatique», afirmaba que cada vez más las leyes del mercado y de la tecnología se adentran en las relaciones interpersonales.
Y estoy totalmente de acuerdo con él. Igual podría haber titulado el post de hoy algo así como: «La pareja como una PYME».
¿Crees que estoy siendo muy frívola con este tema? Si me permites te sigo contando.
Cuando realizamos la elección de nuestros potenciales compañer@s sentimentales, solemos hacerlo del mismo modo que cuando tomamos una decisión a la hora de comprar.
Nos fijamos en su trabajo, en su ropa, en si es guap@ o no, en su pasado, en sus posesiones. En su «vida útil», es decir, en si nos servirá para toda la vida o no. Y dejamos de lado la intuición y el azar en aras del consumo rápido.
De hecho ¿Te has encontrado alguna vez inmers@ en una relación en la que de antemano «algo» te decía que no iba a funcionar y tú seguías ahí con todo tu empeño?
A veces parece que es como si quisiéramos rentabilizar nuestra inversión por medio de la persona elegida. Tenemos expectativas sobre la otra persona. Una expectativa de inversión que debe dar su fruto rápidamente, sino tenemos la impresión de haber perdido el tiempo. Tenemos la sensación de «no haber hecho un buen negocio». No era tan «buen partido».
Si de verdad queremos tener relaciones personales armónicas y duraderas, hay muchas maneras de hacerlo. Y todas ellas se pueden practicar. Si te parece, te las iré contando poco a poco.
¿Son las relaciones afectivas siempre efectivas? ¿Es importante la efectividad en las relaciones?
¿Cómo son el tipo de relaciones que tú «creas»? Si te apetece comentarlo aquí será un verdadero placer leerte.