«La libertad de la fantasía no es ninguna huída a la irrealidad, es creación y osadía»
Eugene Ionesco
Otra semana más contamos con un «creador» para que nos acerque un poco más a experimentar la energía creativa. Eduardo Noriega.
Cuando recibí su mail sobre sus hábitos creativos, mi primera reacción al leerle fue la de quedarme en silencio.
«Guiar con hilos de seda»…¡Me gustó tanto imaginarlos!
Podía verlos. Era como estar suspendida.
Eduardo Noriega. @NoriHouse en twitter.
Él no necesita presentación. Ha tardado relativamente «poco» en ganarse el respeto y la admiración de tod@s dentro del panorama cinematográfico español.
A mi me gusta su historia. Las historias que interpreta. Sus personajes. Su persona.
A mi me gusta lo que aquí nos cuenta.
Os dejo con sus palabras.
Ser creativo es estar abierto a cualquier solución.
Buscar infinidad de respuestas a una misma pregunta. O lo que es lo mismo, no dar nunca por terminado un trabajo, pensar que siempre podría ser continuado o mejorado.
Buscar infinidad de respuestas a una misma pregunta. O lo que es lo mismo, no dar nunca por terminado un trabajo, pensar que siempre podría ser continuado o mejorado.
Si bien es aplicable a todos los ámbitos personales y profesionales, es en la disciplina artística donde puede expandirse con naturalidad y sin censura.
Creo que existe un estado idóneo para la creación.
Un estado creativo y expresivo ideal para la práctica de la disciplina artística.
No hay una receta mágica, pero cada uno tendrá un ritual para intentar alcanzar ese estado de predisposición para lo creativo.
Para mí, además del conocimiento de la técnica correspondiente, es importantísima la relajación corporal, para que la emoción fluya naturalmente sin cortapisas, y como dice mi maestro de interpretación, para que mande «el de adentro» y nosotros nos dediquemos a guiar con hilos de seda.
La repetición, el ensayo-error es imprescindible para crecer, para crear, para buscar esa diversidad de respuestas.
También el entrenamiento junto con otros compañeros de la profesión que aportan diversidad de miradas sobre un mismo asunto, y sin una exigencia por el resultado final.
Es un entrenamiento para nosotros, para afinar el instrumento, para no perder el hábito. Sin la búsqueda de un resultado y exhibirlo al público más tarde.
Tener un lugar determinado para la práctica y el ensayo ayuda a crear ese ambiente de trabajo y te predispone para la creatividad, tú ya sabes que estás allí para trabajar, para crear…
Por supuesto, el «consumo» de cualquier producto artístico, teatro, música, pintura, literatura… fomenta la imaginación y desarrolla la sensibilidad hacia la expresión artística.
En resumen y como aquella frase atribuída a Picasso, «que las musas me pillen trabajando».
¡Gracias Eduardo!
Si quieres saber más sobre Eduardo Noriega pincha aquí y aquí